Bip, bip, biiip, suena la alarma que me avisa que el blog bunyolero se duerme en sus laureles.. es hora de actualizar!!
Conocéis la leyenda
del Conejito de Pascua? Tal vez os suene su historia asociada a la resurrección
de Jesús... ese conejito que se escondió en su sepulcro y, al verlo renacer, lo anunció al mundo con huevos de colores.... Este significado forma parte de la simbología cristiana y es, probablemente por ello, la más extendida.
Pero
el Conejito de Pascua, al igual que el huevo, es una
tradición mucho más antigua. Ya se utilizaba en celebraciones, hace miles
de años como símbolo terrenal de la diosa Eastre , diosa de la primavera,
considerada como la diosa de la
Tierra en la antigua mitología anglosajona, que representaba la
resurrección de la naturaleza tras su prolongada muerte durante el invierno y a
quien se le dedicaba el mes de abril.
De
la misma manera, otras muchas civilizaciones, como la de los persas, romanos y chinos, utilizaron el huevo como un símbolo universal de
fertilidad -por aquello de que hay una vida en su interior- y nacimiento, asociándolo, también, a
conceptos como alegría y festividad.
Sin embargo, sus orígenes como símbolo de Pascua se
encuentran en la Alemania
del siglo XVI. En el siglo XVIII, los emigrantes alemanes llevarían
la tradición a Estados Unidos con el nombre de "Oschester Haws", personaje que
prometía premiar a los niños que se portaban bien. ¿El premio? Unos deliciosos
huevos de colores.
Así que, en las próximas Pascuas, cuando abras tu primer huevito de chocolate, recuerda que, más que sólo chocolate, es también historia.